jueves, 6 de noviembre de 2008

Ensayo: Estación Central.


“…-Adiós -dijo el zorro-. He aquí mi secreto, que no puede ser más simple: Sólo con el corazón se puede ver bien. Lo esencial es invisible para los ojos.

-Lo esencial es invisible para los ojos -repitió el principito para acordarse…” 1

¿Qué tienen en común una vieja que sobrevive a costa de la ignorancia ajena y un niño que acaba de quedar solo en el mundo tras perder a su madre?

¿Lo esencial es invisible a los ojos? ¿Qué es lo esencial? Esta historia de vida y de viaje se trata de eso: de la búsqueda de la esencia; de lo esencial.

Ambos personajes se encuentran solos; por un lado el chico, con su corta edad, quiere encontrar a su padre a quién no conoce. Dora, siempre vivió sola, gana dinero escribiendo cartas para los analfabetos. Eso sí, primero ella juzga previa lectura, que mensajes serán realmente enviados y cuales no; todo dependiendo de su contenido.

“… ¿Qué significa "domesticar"? -volvió a preguntar el principito.

-Es una cosa ya olvidada -dijo el zorro-, significa "crear lazos... "

-¿Crear lazos?

-Efectivamente, verás -dijo el zorro-. Tú no eres para mí todavía más que un muchachito igual a otros cien mil muchachitos. Y no te necesito. Tampoco tú tienes necesidad de mí. No soy para ti más que un zorro entre otros cien mil zorros semejantes. Pero si me domesticas, entonces tendremos necesidad el uno del otro. Tú serás para mí único en el mundo, yo seré para ti único en el mundo…” 2

De eso creo que se trata la vida, de crear lazos; lazos de amor. El niño y la señora, se irán dando cuenta a través de las vicisitudes de cuanto depende el uno del otro. Ese largo y extenuante viaje terminará transformándolos. En términos del Principito: ambos se domesticarán. Para ninguno de los dos, el otro no será un brasilero más de los miles que caminan por los andenes de la estación. Sino que de ahora en más serán responsables el uno del otro, ¿Será eso quizás el amor? ¿Será eso quizás lo esencial?

“...-Lo que hace más importante a tu rosa, es el tiempo que tú has perdido con ella.

Es el tiempo que yo he perdido con ella... -repitió el principito para recordarlo.

-Los hombres han olvidado esta verdad -dijo el zorro-, pero tú no debes olvidarla. Eres responsable para siempre de lo que has domesticado. Tú eres responsable de tu rosa...

-Yo soy responsable de mi rosa... -repitió el principito a fin de recordarlo…” 3

(1; 2; 3) Saint Exupéry, Antoine; El Principito; Capitulo 21.

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