Misiones, el Imperio del sol naciente.
Esta era la imagen con la que vinieron las familias japonesas, que abandonándolo todo al otro lado del mundo vinieron para construir la “nueva” tierra del sol naciente. Pero para ellos, ni el sol, ni la fortuna nacieron en estas nuevas latitudes. La provincia de la abundancia: de la yerba mate,el maíz, el arroz, los cítricos, los porotos secos, el té y la caña de azúcar, resultó ser la tierra de la miseria, el hambre, el desarraigo y por sobre todo la tierra de los olvidados.
Es interesante ver como Walsh trabaja con el tiempo. Por un lado la descripción que hace al comienzo, nos hace imaginar que está hablando de una aldea japonesa perdida en el medioevo, dando la sensación de un largo período en el que el tiempo parece no haber transcurrido y de algún modo así es, ya que sus costumbres se mantienen intactas. Por otro lado, la narración empieza por el final, contando la pena que siente por no poder quedarse con esa gente. Extrañamente el presente y pasado comparte las mismas características que son: la miseria de esta gente y el éxodo. El paraíso que les habían prometido no era tal y por ello el regreso a casa de donde ya habían escapado en busca de nuevas oportunidades.
No hay comentarios:
Publicar un comentario